viernes, 19 de diciembre de 2008

La rebelión de la persona


El día que 1.000 muertos en África (léase por ejemplo el Congo) no nos importen menos que Doña Esperanza Aguirre montando el "chou" bajando del avión de Bombay empezaremos a ser libres y humanos.

La libertad de todo individuo no es otra cosa que el reflejo de su humanidad... No soy humano ni libre yo mismo más que en tanto en cuanto reconozco la libertad y la humanidad de todos los hombres que me rodean... Ignorando al resto de los humanos ignoramos y negamos nuestra propia humanidad.

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La rebelión contra la influencia natural de la sociedad es para una persona mucho más dificil que la rebelión contra la sociedad oficialmente organizada, contra el Estado, aunque normalmente sea tan inevitable como está última.. La tiranía social, a menudo aplastadora y funesta, no presenta ese carácter de violencia imperativa, de despotismo legalizado y formal que distingue la autoridad del Estado.

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La influencia natural de la sociedad domina a los hombres através de los hábitos, las costumbres, la masa de sentimientos y prejuicios tanto de la vida material como del espíritu y el corazón de lo que se ha dado por llamar la Opinión Pública.

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Así, para rebelarse contra esa influencia que la sociedad ejerce naturalmente sobre él, la persona debe rebelarse, al menos en parte, contra si misma, porque con todas sus tendencias y sus aspiraciones materiales, intelectuales y morales, no es nada más que el producto de esa propia sociedad.

Mijaíl Bakunin en "Dios y El Estado"

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