jueves, 8 de enero de 2009

La cabalgata, más cerca del Carnaval que de "una tradición católica" según Aguirre

De verdad... mira que son ganas de hablar de tonterías para distraer la atención... Espe, como mataríamos el rato sin ti...

AGENCIAS - Madrid

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha criticado hoy la cabalgata de Reyes que organizó el Ayuntamiento de la capital el pasado día 5, a pesar de no haberla visto por estar ese día fuera de la capital. A su juicio, estaba "más cerca de un desfile de Carnaval que de la celebración de una tradición católica" como son los Reyes Magos.

El paseo de sus majestades tuvo este año como protagonistas la naturaleza, el agua y el cuidado del planeta, entre otras referencias medioambientales, pero ni rastro de camellos, incienso, oro y mirra. Aguirre ha hecho estas declaraciones esta mañana en el programa de Telemadrid El Círculo a primera hora donde ha comentado que la tarde del día 5 de enero no estaba en Madrid, por lo que no pudo presenciar la cabalgata de Reyes. El vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, ha contestado a las críticas de Aguirre. A su juicio, los "ciudadanos normales" que presenciaron la Cabalgata de Reyes de la capital el pasado día 5 "estaban encantados" e "incluso había gente emocionada", aunque "este es un país libre y todo el mundo puede opinar".

Cobo ha añadido que en las cabalgatas "siempre, siempre, siempre" ha habido, "con esta corporación, con la anterior, con la que estaba Esperanza Aguirre (1983-1995), con todas", carrozas de centros comerciales "que no estaban, obviamnte, cuando ocurrieron los hechos hace 2.000 años pero que siempre aportaban una nota de color". "A mí me ha gustado mucho pero respeto a aquellas personas que no les pueda gustar", ha manifestado. En todo caso, el número dos de Alberto Ruiz-Gallardón ha recordado a Aguirre que se trata de uno "de los acontecimientos más vistos" de la ciudad de Madrid.

Poco después, ha vuelto a intervenir Aguirre a "aclarar para el Ayuntamiento" sus palabras. La presidenta ha matizado que ella no ha calificado "para nada" la cabalgata porque no pudo verla, pero sí que "había oído que tenía más parecido con un desfile de los de Carnaval" que con la celebración de la fiesta de los Magos de Oriente. "Eso no es una opinión propia -ha subrayado Aguirre- porque no la he visto (la cabalgata) ni en directo ni en televisión".

Melchor, Gaspar y Baltasar -los concejales Luis Asúa (PP), Daniel Álvarez (IU) y Daniel Viondi (PSOE)- iban sobre tronos de mimbre pintados con brillantina blanca e iluminados con 2.000 bombillas. Las carrozas, rodeadas por 100 pajes vestidos de blanco y azul y preparadas con 1.000 caramelos sin gluten de comercio justo, formaban dos flores de loto y una rama cuajada de hojas. Y ni rastro de los camellos, el oro, el incienso y la mirra. Tampoco hay bolas de navidad ni muérdago ni campanas ni ninguno de los tópicos de estas fechas en las luces que han alumbrado la ciudad. Además de convertir a sus majestades en los ecorreyes, el Ayuntamiento de Madrid les ajustó el cinturón reduciendo el presupuesto a 950.000 euros en 2009, o lo que es lo mismo, de 35 carrozas a 27.

Total, casi "na" añadimos nosotros... solo nos falta que alguien salga diciendo aquello tan consabido de "tenemos la mejor y más moderna cabalgata de reyes de todos los países de nuestro entorno"... reiros, reiros, pero ya vereís y sino al tiempo...

Tercer suicidio en veinte días

El magnate inmobiliario estadounidense, Steven Good, es la última víctima de la crisis financiera.

¿La última víctima? Para víctimas todos esos millones de personas que se han quedado y se van a quedar sin trabajo no estos ricachones devorados por su propia avarícia... lo de la prensa es que no tiene nombre

El presidente de Sheldon Good and Company Auctions International, una de las mayores inmobiliarias de Estados Unidos, fue encontrado muerto el martes junto a su Jaguar en un bosque a las afueras de Chicago.

Según las primeras informaciones que han trascendido a la prensa, Good apareció con una herida de bala, lo que hace sospechar que se trata de un suicidio relacionado con la crisis del mercado inmobiliario de los Estados Unidos. Good tenía 52 años y no dejó ninguna carta de despedida.

Sheldon Good and Company Auctions International es una de las compañías inmobiliarias más importantes de Estados Unidos. Fue creada por su padre y había vendido más de 40.000 inmuebles por valor de 9.500 millones de dólares desde su fundación. El propio Good había realizado ventas por valor de 4.000 millones de dólares.

Merckle en Alemania y Villehuchet en Francia
La muerte de Good se produjo el mismo día que la del millonario alemán Adolf Merckle, quien se arrojó a las vías de un tren en su localidad natal (Blaubeuren) al suroeste de Alemania, acuciado por los problemas financieros de sus empresas. Merckle era el quinto hombre más rico de Alemania pero perdió buena parte de su fortuna apostando a la baja contra los títulos de Volkswagen. Una apuesta que le llevó a la bancarrota ante la fuerte subida en bolsa de las acciones de la compañía automovilística.

Merckle tenía el año pasado un patrimonio estimado en 7.000 millones de euros, según la revista Forbes. Era el propietario de la constructora HeidelbergCement (que había perdido un 70% de su valor en bolsa) y de la farmacéutica Ratiopharm, entre otras compañías. En total, trabajan en su consorcio cerca de 100.000 personas.

A estas muertes se suma además de del francés Thierry de la Villehuchet, de 65 años, cofundador de la gestora de fondos Acces International, que se suicidó poco antes de Navidad después de verse arruinado en el marco del gigantesco fraude del financiero de Bernard Madoff.
Publicado en El Confidencial

Declaración de Independencia del Ciberespacio

Gobiernos del Mundo Industrial, vosotros, cansados gigantes de carne y acero, vengo del Ciberespacio, el nuevo hogar de la Mente. En nombre del futuro, os pido en el pasado que nos dejéis en paz. No sois bienvenidos entre nosotros. No ejercéis ninguna soberanía sobre el lugar donde nos reunimos.

No hemos elegido ningún gobierno, ni pretendemos tenerlo, así que me dirijo a vosotros sin más autoridad que aquélla con la que la libertad siempre habla. Declaro el espacio social global que estamos construyendo independiente por naturaleza de las tiranías que estáis buscando imponernos. No tenéis ningún derecho moral a gobernarnos ni poseéis métodos para hacernos cumplir vuestra ley que debamos temer verdaderamente.

Los gobiernos derivan sus justos poderes del consentimiento de los que son gobernados. No habéis pedido ni recibido el nuestro. No os hemos invitado. No nos conocéis, ni conocéis nuestro mundo. El Ciberespacio no se halla dentro de vuestras fronteras. No penséis que podéis construirlo, como si fuera un proyecto público de construcción. No podéis. Es un acto natural que crece de nuestras acciones colectivas.

No os habéis unido a nuestra gran conversación colectiva, ni creasteis la riqueza de nuestros mercados. No conocéis nuestra cultura, nuestra ética, o los códigos no escritos que ya proporcionan a nuestra sociedad más orden que el que podría obtenerse por cualquiera de vuestras imposiciones.

Proclamáis que hay problemas entre nosotros que necesitáis resolver. Usáis esto como una excusa para invadir nuestros límites. Muchos de estos problemas no existen. Donde haya verdaderos conflictos, donde haya errores, los identificaremos y resolvereremos por nuestros propios medios. Estamos creando nuestro propio Contrato Social. Esta autoridad se creará según las condiciones de nuestro mundo, no del vuestro. Nuestro mundo es diferente.

El Ciberespacio está formado por transacciones, relaciones, y pensamiento en sí mismo, que se extiende como una quieta ola en la telaraña de nuestras comunicaciones. Nuestro mundo está a la vez en todas partes y en ninguna parte, pero no está donde viven los cuerpos.

Estamos creando un mundo en el que todos pueden entrar, sin privilegios o prejuicios debidos a la raza, el poder económico, la fuerza militar, o el lugar de nacimiento.

Estamos creando un mundo donde cualquiera, en cualquier sitio, puede expresar sus creencias, sin importar lo singulares que sean, sin miedo a ser coaccionado al silencio o el conformismo.

Vuestros conceptos legales sobre propiedad, expresión, identidad, movimiento y contexto no se aplican a nosotros. Se basan en la materia. Aquí no hay materia.

Nuestras identidades no tienen cuerpo, así que, a diferencia de vosotros, no podemos obtener orden por coacción física. Creemos que nuestra autoridad emanará de la moral, de un progresista interés propio, y del bien común. Nuestras identidades pueden distribuirse a través de muchas jurisdicciones. La única ley que todas nuestras culturas reconocerían es la Regla Dorada. Esperamos poder construir nuestras soluciones particulares sobre esa base. Pero no podemos aceptar las soluciones que estáis tratando de imponer.

En Estados Unidos hoy habéis creado una ley, el Acta de Reforma de las Telecomunicaciones, que repudia vuestra propia Constitución e insulta los sueños de Jefferson, Washington, Mill, Madison, DeToqueville y Brandeis. Estos sueños deben renacer ahora en nosotros.

Os atemorizan vuestros propios hijos, ya que ellos son nativos en un mundo donde vosotros siempre seréis inmigrantes. Como les teméis, encomendáis a vuestra burocracia las responsabilidades paternas a las que cobardemente no podéis enfrentaros. En nuestro mundo, todos los sentimientos y expresiones de humanidad, de las más viles a las más angelicales, son parte de un todo único, la conversación global de bits. No podemos separar el aire que asfixia de aquél sobre el que las alas baten.

En China, Alemania, Francia, Rusia, Singapur, Italia y los Estados Unidos estáis intentando rechazar el virus de la libertad erigiendo puestos de guardia en las fronteras del Ciberespacio. Puede que impidan el contagio durante un pequeño tiempo, pero no funcionarán en un mundo que pronto será cubierto por los medios que transmiten bits.

Vuestras cada vez más obsoletas industrias de la información se perpetuarían a sí mismas proponiendo leyes, en América y en cualquier parte, que reclamen su posesión de la palabra por todo el mundo. Estas leyes declararían que las ideas son otro producto industrial, menos noble que el hierro oxidado. En nuestro mundo, sea lo que sea lo que la mente humana pueda crear puede ser reproducido y distribuido infinitamente sin ningún coste. El trasvase global de pensamiento ya no necesita ser realizado por vuestras fábricas.

Estas medidas cada vez más hostiles y colonialistas nos colocan en la misma situación en la que estuvieron aquellos amantes de la libertad y la autodeterminación que tuvieron que luchar contra la autoridad de un poder lejano e ignorante. Debemos declarar nuestros "yos" virtuales inmunes a vuestra soberanía, aunque continuemos consintiendo vuestro poder sobre nuestros cuerpos. Nos extenderemos a través del planeta para que nadie pueda encarcelar nuestros pensamientos.

Crearemos una civilización de la Mente en el Ciberespacio. Que sea más humana y hermosa que el mundo que vuestros gobiernos han creado antes.

Davos, Suiza. 8 de febrero de 1996